Vacunación infantil: algunos avances en 2024
Aunque mejoramos en comparación con el año anterior, no debemos bajar la guardia: 14 millones de bebés aún siguen esperando una dosis de vacuna.

Un vacunador administrando a un bebé la dosis antipoliomielítica. Su dedicación contribuye a proteger la salud de los más pequeños de la comunidad. En Tahirpur (Bangladesh), un lugar remoto y de difícil acceso, la intervención de UNICEF es crucial para superar las barreras a la atención médica, en particular la vacunación sistemática. Nuestro apoyo permite a los trabajadores sanitarios identificar y vacunar a los niños y niñas más vulnerables. © UNICEF/UNI561960/Sujan
17/07/2025
A diferencia del año 2023, en el que informábamos del retroceso en la vacunación infantil, en 2024 observamos unos avances modestos, que indican que los países que trabajan para proteger a la infancia siguen progresando, incluso en medio de crecientes desafíos.
En 2024, el 89% de los lactantes de todo el mundo —unos 115 millones— recibieron al menos una dosis de la vacuna contra la difteria, el tétanos y la tos ferina (DTP), y el 85% —aproximadamente 109 millones— completaron las tres dosis, según los nuevos datos sobre la cobertura de inmunización nacional publicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF.
“La buena noticia es que hemos llegado a más niños y niñas con vacunas que salvan vidas. Sin embargo, millones de niños siguen sin protección contra enfermedades prevenibles, y eso debería preocuparnos a todos”, señala Catherine Russell, directora de UNICEF.
Alrededor de 171.000 niños y niñas más recibieron al menos una vacuna, y un millón más completaron la serie de tres dosis de la vacuna DTP.
Mucho por hacer en materia de inmunización
Estos pequeños logros son bienvenidos, pero no debemos bajar la guardia. El año pasado, casi 20 millones de bebés no recibieron al menos una dosis de la vacuna que contiene DTP. Esto incluye a 14,3 millones de niños y niñas con dosis cero, que nunca recibieron una sola dosis de ninguna vacuna, 4 millones más que el objetivo de 2024 necesario para mantener el camino de los objetivos de la Agenda de Inmunización 2030, y 1,4 millones más que en 2019, el año de referencia para medir los progresos.
Los niños y las niñas suelen permanecer sin vacunar o con una vacunación incompleta debido a una combinación de factores, como el acceso limitado a los servicios de inmunización, la interrupción del suministro, los conflictos y la inestabilidad, o la desinformación sobre las vacunas.
“Debemos actuar ahora con determinación para superar obstáculos como la reducción de los presupuestos sanitarios, la fragilidad de los sistemas de salud, la desinformación y las limitaciones de acceso debido a los conflictos. Ningún niño o niña debería morir por una enfermedad que sabemos prevenir”, añade Russell.
La vacunación es fundamental en países en conflicto
Desde 2019, los datos de 195 países muestran que 131 países han alcanzado de manera constante al menos el 90% de los niños y niñas con la primera dosis de la vacuna DTP, pero no se ha producido ningún avance significativo en la ampliación de este grupo.
Entre los países que alcanzaron menos del 90% en 2019, solo 17 lograron aumentar sus tasas de cobertura en los últimos cinco años. Mientras tanto, en 47 países, los avances se están estancando o empeorando. Esto incluye 22 países que alcanzaron y superaron el objetivo del 90% en 2019, pero que desde entonces han retrocedido.
Los datos muestran que los conflictos y las crisis humanitarias erosionan rápidamente los avances en materia de vacunación. Una cuarta parte de los bebés del mundo viven en solo 26 países afectados por la fragilidad, los conflictos o las crisis humanitarias, y sin embargo representan la mitad de todos los niños sin vacunar a nivel mundial. Es preocupante que, en la mitad de estos países, el número de niños sin vacunar haya aumentado rápidamente, pasando de 3,6 millones en 2019 a 5,4 millones en 2024, lo que subraya la necesidad de que las respuestas humanitarias incluyan la inmunización.
La cobertura de inmunización en los 57 países de bajos ingresos que reciben apoyo de Gavi, la Alianza para las Vacunas, ha mejorado en el último año, con una reducción de aproximadamente 600.000 niños y niñas sin vacunar o con vacunación incompleta. Si bien los países que reciben apoyo de Gavi están protegiendo a más niños y niñas contra más enfermedades que nunca, persisten importantes retos debido a los conflictos y al crecimiento demográfico.
Al mismo tiempo, están apareciendo señales de retroceso en los países de ingresos medios-altos y altos que anteriormente mantenían una cobertura de al menos el 90%. Incluso pequeños descensos en la cobertura de inmunización pueden aumentar drásticamente el riesgo de brotes de enfermedades y ejercer una presión adicional sobre los sistemas de salud, que ya están sobrecargados.
Mayor cobertura pero lejos de los objetivos
A pesar de estos retos, los países siguen introduciendo y ampliando el uso de vacunas, como las vacunas contra el virus del papiloma humano (VPH), la meningitis, la enfermedad causada por neumococo, la poliomielitis y el rotavirus.
Por ejemplo, la ampliación a gran escala de la vacuna contra el VPH a nivel nacional y los esfuerzos de revitalización en países que ya habían introducido la vacuna han aumentado la cobertura mundial en un 4% en el último año. En 2024, el 31% de las adolescentes en todo el mundo recibieron al menos una dosis de la vacuna contra el VPH, la mayoría de las dosis se administraron en países que utilizan un calendario de una sola dosis. Aunque está lejos del objetivo de cobertura del 90% para 2030, representa un aumento sustancial con respecto a la cobertura del 17% en 2019.
La cobertura contra el sarampión también mejoró, con un 84% de los niños y niñas que recibieron la primera dosis y un 76% que recibió la segunda, lo que supone un ligero aumento con respecto al año anterior. Se calcula que en 2024 se llegó a 2 millones de niños y niñas más, pero esta cobertura está lejos del 95% necesario en todas las comunidades para prevenir brotes. Más de 30 millones de niños y niñas siguen sin estar protegidos adecuadamente. A causa de ello, está aumentando el número de países que sufren brotes graves y alarmantes. En 2024, el número de países que sufrieron brotes graves o alarmantes de sarampión aumentó drásticamente hasta alcanzar los 60, casi el doble respecto a los 33 registrados en 2022.
La promesa de proteger a todos los niños está en peligro
Aunque la demanda de vacunación infantil sigue siendo alta y la protección contra más enfermedades se está ampliando, las últimas estimaciones ponen de relieve una trayectoria preocupante.
La falta de financiación a nivel nacional y mundial, la creciente inestabilidad en todo el mundo y el aumento de la desinformación sobre las vacunas amenazan con frenar aún más o incluso revertir los avances, lo que podría provocar un aumento de las enfermedades graves y las muertes por enfermedades prevenibles mediante la vacunación.
La OMS y UNICEF instamos a:
- Cerrar la brecha de financiación para el próximo ciclo estratégico de Gavi (2026-2030) con el fin de proteger a millones de niños y niñas en los países de bajos ingresos y la seguridad sanitaria mundial.
- Fortalecer la inmunización en entornos conflictivos y frágiles para llegar a más niños que no han recibido ninguna dosis y prevenir brotes de enfermedades mortales.
- Dar prioridad a las estrategias locales y a la inversión nacional, integrando firmemente la inmunización en los sistemas sanitarios de atención primaria para cerrar las brechas de equidad.
- Contrarrestar la desinformación y aumentar aún más la aceptación de las vacunas mediante enfoques basados en datos empíricos.
- Invertir en sistemas más sólidos de vigilancia de datos y enfermedades para orientar los programas de inmunización de gran impacto.
Basándose en los datos comunicados por los países, las estimaciones de la OMS y UNICEF sobre la cobertura nacional de inmunización (WUENIC) proporcionan el conjunto de datos más amplio y completo del mundo sobre las tendencias de inmunización para la vacunación contra 14 enfermedades a través de los sistemas de salud habituales, normalmente en clínicas, centros comunitarios, servicios de divulgación o visitas de trabajadores sanitarios. Para 2024, se han facilitado datos de 189 países.