Transferencias humanitarias para familias evacuadas en Ucrania: la historia de Bohdan y su madre tras huir del conflicto en Ucrania

Gracias al apoyo del Ayuntamiento de Madrid y UNICEF, cientos de familias desplazadas como la de Bohdan reciben ayuda económica para reconstruir sus vidas con dignidad y esperanza.

© UNICEF 2025

En medio del estruendo de bombas y disparos que sacudieron su calle, Bohdan, de apenas cinco años, vivió el inicio de una guerra que cambiaría su vida para siempre. Su madre, Anna, recuerda con dolor aquel despertar entre explosiones: “Él lloraba. Estaba aterrorizado”.

La familia vivía en Bilytske, en el distrito de Pokrovskyi, una de las zonas afectadas por las órdenes de evacuación obligatoria en la región de Donetsk. Anna, de 31 años, decidió abandonar su hogar a finales de 2024 y buscar refugio en Kryvyy Rih, priorizando la salud mental de su hijo.

La transición no ha sido fácil. Anna, que antes trabajaba en seguridad, ha tenido que reinventarse para salir adelante. “Aquí sigo trabajando en seguridad, pero también hago manicuras, pedicuras y me he formado como técnica de cejas”, cuenta. Su objetivo inmediato es claro: “Seguir trabajando, tanto como pueda”.

A pesar de los desafíos, Bohdan ha comenzado a adaptarse. “Ya tengo muchos amigos aquí”, dice con una sonrisa. Está emocionado por volver al colegio y retomar sus clases de kárate.

La familia ha recibido asistencia financiera de UNICEF en dos ocasiones. “La primera vez sentí una oleada de esperanza. Ese dinero nos ayudó a trasladarnos”, relata Anna. La segunda ayuda les permitirá preparar a Bohdan a la hora de llegar a su nueva escuela: cuadernos, mochila, lápices, rotuladores… pequeños pasos hacia una nueva normalidad.

Con el apoyo del Ayuntamiento de Madrid, UNICEF ha proporcionado asistencia en efectivo a 295 familias como la de Anna, que han sido evacuadas desde Donetsk o permanecen cercanas a la línea de fuego. Esta ayuda busca garantizar la seguridad, la dignidad y las necesidades básicas de las familias desplazadas con niños y niñas. En total, 1.027 personas han recibido ayuda en efectivo en el marco de este proyecto.

Pero la guerra sigue presente. Anna recuerda un reciente episodio en el hospital, cuando un misil impactó cerca. “Las ventanas temblaron. Muchas madres gritaban, pero mi hijo corrió, tomó a los niños de la mano y les dijo: ‘¿Por qué tenéis miedo? ¡Vamos, vamos!’”. Bohdan ya ha visto y oído demasiado para su corta edad.

Anna concluye con una mezcla de orgullo y esperanza: “Estoy muy orgullosa de que sea tan valiente. Creo que todo saldrá bien”.