"Si me hubiera vacunado, no estaría en esta situación"

Este es Rajabu, superviviente de la polio que convierte su propia historia en una poderosa herramienta para la inmunización.

Rajabu Vampise maniobra hábilmente su silla de ruedas por los callejones de Kindu, en la República Democrática del Congo (RDC). Así transcurre su día a día. A pesar de los desafíos que ha enfrentado, este joven de 27 años es un modelo de resiliencia y una inspiración para su comunidad.

Rajabu considera que ha tenido una infancia triste, pero también cree que todo ello ha sido fuente de inspiración. Nació sano, pero su vida dio un vuelco cuando tan solo tenía 2 años: contrajo el virus de la polio y perdió la movilidad de sus piernas. Sus padres, mal informados por aquel entonces, se oponían a la vacunación, creían que era peligrosa y no acudieron al centro sanitario a inmunizar a su niño.

"Si me hubiera vacunado, no estaría en esta situación", afirma convencido Rajabu.

 Sin embargo, Rajabu es un ejemplo para todos. Aprobó sus estudios de Derecho y se convirtió en un trabajador comunitario. Desde esa posición, conciencia a los padres de su comunidad sobre la enorme importancia de vacunar a los niños y niñas.

Su madre, Sifa Asani Mwamini, lamenta las consecuencias de su decisión. “Nos dijeron que las vacunas causaban enfermedades e incluso la muerte”, recuerda. "Hoy entiendo lo esenciales que son”.

A pesar de sus dificultades, Rajabu siempre ha demostrado una fortaleza increíble. Con el apoyo de su madre, superó las burlas en la escuela y destacó académicamente. Ahora dedica su vida a una misión clara: defender los derechos de las personas con discapacidad.

Vacunador apoyado por UNICEF.

Rajabu Vampise, de 27 años, es un superviviente del virus de la polio y trabajador comunitario apoyado por UNICEF. Lo vemos hablando con una familia de su comunidad sobre los beneficios de la vacunación infantil contra la polio, en Kindu, República Democrática del Congo. © UNICEF/UNI550129/Josué Mulala 
 

Formado por UNICEF como trabajador social comunitario, Rajabu cumple con una tarea fundamental, dialoga permanentemente con las familias de su comunidad sobre los peligros de la polio y los beneficios de la vacunación.

“Soy movilizador y vacunador”, explica. “Mi objetivo es concienciar a los padres para que lo que me pasó a mí no les pase a otros niños y niñas”.

En cada encuentro con ellos, les recuerda que las vacunas son seguras y ayudan a los niños y niñas a crecer sanos.

“La vacunación es una cuestión de protección y amor por los niños”, afirma Rajabu.

En 2022, la República Democrática del Congo sufrió el mayor brote de poliovirus en África, con más de 500 niños y niñas afectados por polio paralítica, la forma más grave de la enfermedad. Desde entonces, el país ha logrado avances significativos, con 27 casos de poliovirus notificados en 2024. Sin embargo, el riesgo de nuevos brotes sigue siendo alto debido a la grave falta de inmunización.

En 2024, se llevaron a cabo varias campañas de vacunación en todo el país gracias al apoyo de UNICEF y otras organizaciones.