Hacemos lo que haga falta para detener la propagación de la polio
Es admirable la determinación de Mahmoud para vacunar a todos los niños y niñas de la remota localidad de Agig, en Sudán, con el apoyo de UNICEF.

Mahmoud, vacunador y trabajador de la salud en la remota localidad de Agig, ubicada en el estado de Mar Rojo, durante los días de la campaña de vacunación puerta a puerta contra la polio. © UNICEF/UNI563005/Elfatih
En Sudán, más concretamente en el estado de Mar Rojo, se detectó la presencia de poliovirus en muestras de aguas residuales. Para dar respuesta, se puso en marcha una campaña de vacunación contra la polio con el apoyo de UNICEF.
Esta es la historia de Mahmoud, uno de los vacunadores que participa en la inmunización, cuya determinación para llegar como haga falta a todos los niños y niñas es admirable.
Según amanece, los vacunadores inician la jornada con sus portavacunas a cuestas, cargados de bloques de hielo y viales de la vacuna antipoliomielítica oral y vitamina A, para llegar a los niños y niñas de sus comunidades. Su objetivo: vacunar a todos los menores de 5 años del estado durante los 4 días que dura la campaña.
Desde el inicio del conflicto en Sudán, en abril de 2023, la infraestructura sanitaria y los servicios de inmunización quedaron interrumpidos. Cientos de miles de niños y niñas están sin vacunar y en riesgo de contraer enfermedades prevenibles mediante la vacunación, como la polio. Esta situación se agrava por el desplazamiento masivo de la población con motivo del conflicto.
Durante la campaña, se aprovecha cualquier oportunidad para visitar las comunidades y sensibilizar sobre la importancia de la vacunación contra la polio. Los mensajes emitidos por radio y a través de vehículos con altavoces, resuenan en todas partes, instando a los padres y cuidadores a vacunar contra la polio a todos los niños y niñas menores de 5 años. Los equipos sanitarios también colaboran para llegar a los niños y niñas de familias desplazadas.
Mahmoud también monta en camello para llegar a los niños y niñas durante la campaña de vacunación contra la polio. Las carreteras no están en buen estado y es necesario transportarse en camellos o burros para desarrollar esta intervención puerta a puerta. © UNICEF/UNI563031/Elfatih
Llegar a todos los niños y niñas sin importar su situación es fundamental para garantizar que ninguno se queda atrás. Mahmoud visita mensualmente las aldeas remotas del valle de Barqiq para que reciban las vacunas rutinarias. © UNICEF/UNI562977/Elfatih
En el centro de salud de Agig, este vacunador y trabajador sanitario con más de 10 años de experiencia recoge las dosis de vacunas que necesita para completar la zona de influencia que cubre durante el tercer día de la campaña.
Su plan es llegar a las comunidades de difícil acceso en el valle de Barqiq, en las montañas y a lo largo de la frontera con Eritrea, donde el centro de salud más cercano está a 40 km. Estas poblaciones están en constante movimiento según la estación del año en la que se encuentran. Hasta que llega el verano permanecen en las montañas y luego se trasladan a la zona rural del estado de Kassala.
“En estas comunidades que están en permanente movimiento, existe una posibilidad muy alta de que sus niños y niñas no puedan participar en las actividades de vacunación”, afirma Mahmoud. “Esto significa que no tenemos tiempo que perder para llegar hasta ellos”.
Con las vacunas almacenadas de forma segura en neveras portátiles y portavacunas para mantener la temperatura óptima, el equipo emprende el viaje de Agig al valle de Barqiq. Primero viajan en coche, pero cambian a camellos y burros durante las últimas dos horas, a medida que los caminos se vuelven más accidentados y estrechos.
Padres y cuidadores esperan pacientemente en un refugio improvisado con techo de paja el inicio de la vacunación de todos los niños y niñas. © UNICEF/UNI563025/Elfatih
Bebés que aún no han cumplido el año y muchos niños y niñas que jamás habían recibido una dosis de vacunación participan en la campaña. © UNICEF/UNI563016/Elfatih
Gota a gota, niños y niñas protegidos
Cuando Mahmoud y su equipo llegan al destino, padres y cuidadores esperan pacientemente en un refugio improvisado con techo de paja. A todos les une el mismo deseo: proteger a sus niños y niñas de enfermedades prevenibles con una vacuna que, de lo contrario, podrían ser potencialmente mortales.
Fátima, madre de Mohammed, de 4 años, visitó el centro de salud con anterioridad ya que su hijo padecía desnutrición y estaba recibiendo tratamiento. Allí, le informaron sobre la próxima campaña de vacunación contra la polio. No dudó en vacunar a sus hijos, porque sabe que es el mejor regalo que les puede dar.
“Cada vez que llegan los vacunadores llevo a mis hijos, se vacunan, y todos están bien”, dice Fátima.
Gota a gota, el equipo inmunizador administra la vacuna oral contra la polio a un niño y luego a otro, con el objetivo de proteger a todos los niños y niñas del refugio. La poliomielitis es una enfermedad muy peligrosa, puede causar parálisis e incluso la muerte si los niños no se vacunan suficientes veces.
Al final del día, el equipo había atendido a 180 niños y niñas, 29 de ellos eran bebés menores de 12 meses y algunos niños que jamás habían recibido una sola dosis de vacuna. Impresionado por las cifras alcanzadas, Mahmoud nos explica que el cambio de comportamiento en esta comunidad no se produjo de la noche a la mañana. Es el resultado de años de esfuerzos continuos de educación para la salud por parte de trabajadores de la salud y voluntarios.
“Los involucramos constantemente mediante sesiones de educación para la salud y sensibilización”, dice Mahmoud, refiriéndose a los padres y cuidadores. “Les hacemos saber que la vacunación es una forma de protección y les mostramos ejemplos de niños y niñas de la comunidad sin vacunar que padecían enfermedades. Como resultado, han mostrado una mayor aceptación de la vacunación”.
La participación de líderes comunitarios también fue de gran ayuda, como el alcalde local del valle de Barqiq. Desde entonces se han convertido en defensores de la salud infantil, participando en las campañas de inmunización.
“Esta es nuestra gente y nuestros niños y niñas, por eso hacemos todos los esfuerzos posibles para incluirlos en las campañas de salud y la inmunización rutinaria”, afirma Mahmoud, un héroe de primera línea en las labores de vacunación.
En total, la campaña de 4 días en el estado de Mar Rojo proporcionó vacunas contra la polio y vitamina A a más de 200.000 niños y niñas menores de 5 años. Campañas similares en otros 8 estados de alto riesgo de Sudán tuvieron lugar a continuación para garantizar la protección de todos los niños y niñas vulnerables, sin importar dónde se encontraban.
Salha, una madre del valle de Barqiq ubicado tras las montañas, a más de 40 km de la localidad de Agig y en la frontera con Eritrea, muestra la tarjeta de vacunación de su hija Nuha tras recibir las gotas contra la polio durante la campaña de vacunación puerta a puerta. "Quiero que mi hija crezca sana y feliz, así que nunca me salto ninguna vacuna", afirma. © UNICEF/UNI562993/Elfatih
Objetivo: erradicar la polio
En medio de la guerra en Sudán, los que participamos en la Iniciativa Mundial para la Erradicación de la Polio damos apoyo para prevenir una mayor propagación de los brotes en el país.
Desde UNICEF adquirimos y distribuimos vacunas, a la vez que lideramos actividades de movilización social a nivel comunitario para aumentar la participación en los servicios de vacunación. También orientamos sobre su papel en la inmunización a los principales actores de la campaña, como activistas sociales, líderes religiosos y comunitarios y medios de comunicación.
Historia original en UNICEF Sudán.
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