Yemen: la educación como solución a la violencia
El conflicto ha provocado que más de 2 millones de niños en Yemen no vayan al colegio. Hablamos con Fahd, un niño para el que la educación no solo es un medio para conseguir el trabajo de sus sueños, sino una forma de prevenir la violencia en el futuro.
Antes de que el conflicto en Yemen se intensificara, Fahd, de 10 años, vivía apaciblemente con su familia en Saada, en el noroeste del país. Su rutina era despertarse cada mañana, ir a la escuela, jugar con sus amigos por las tardes y volver a casa para hacer sus deberes y cenar.
La familia de Fahd llevaba una vida digna en un acogedor apartamento de tres habitaciones. Su madre, Om Fahd, se encargaba de que su casa, y especialmente la habitación de Fahd, estuviese siempre arreglada. "Al igual que tenía ganas de ir a la escuela todas las mañanas, también deseaba volver a casa por la tarde. La vida era cómoda", relata Fahd.
Todo cambió con la escalada de la guerra en Yemen hace casi dos años, en marzo de 2015, que se llevó por delante las calles del barrio de Fahd. Recuerda que le despertaron los sonidos de las bombas y las balas. Su padre metió a toda la familia en el coche y huyeron a la casa del pueblo.
Fahd recuerda el caos del trayecto, con montones de civiles huyendo en medio de un bombardeo mortal. Después de conducir un rato, el padre de Fahd decidió que ya no era seguro seguir adelante, así que se bajaron del coche y continuaron a pie.
"Mis pies estaban hinchados después de andar durante una hora. Le pedí a mi padre que volviésemos, pero me dijo que nos matarían”. Después de dos días de caminata, llegaron al pueblo. No había suficiente espacio para todos, por lo que los hombres, incluyendo a Fahd, tuvieron que dormir a la intemperie. "No podía dormir por la noche. Siempre me preguntaba qué le habría pasado a nuestra casa, a nuestra escuela y a mis amigos ", dice.
Fahd pensó que sólo estarían un tiempo corto en el pueblo y que luego volverían a Saada para retomar su vida de siempre. Ha pasado ya un año y medio y la guerra sigue sin un fin a la vista.
Unas pocas semanas después de la huída, el padre de Fahd regresó a Saada para recoger algunas de sus pertenencias. Se sorprendió al ver que su casa estaba derruida y que todas sus posesiones yacían bajo los escombros. Fahd le había pedido a su padre que le trajera sus libros del cole, sus juguetes y su bicicleta. Pero no pudo ser. Su desconsolado padre regresó al pueblo el mismo día para darles la noticia. "Fui a la parte trasera de nuestra improvisada casa en el pueblo y lloré en silencio. Mi padre vino a verme y él también empezó a llorar".
Niños en Yemen: apoyando la vuelta al cole
Pero Fahd mantiene viva su esperanza. Sueña con convertirse algún día en un ingeniero civil porque quiere reconstruir su ciudad y su país. Espera regresar a Saada cuando mejore la situación para volver al cole. "Quiero volver a ver a mis amigos, quiero jugar con ellos una vez más, me gustaría que la guerra terminase y que todo volviera a ser como antes", es el mensaje de Fahd al mundo.
Cree a pies juntillas que la educación es la solución a los constantes conflictos de Yemen. "La gente con educación debería entender que las guerras son malas". Cuando le decimos que algunos de los líderes de las partes en conflictos son gente con educación, responde rápidamente: "Pero la mayoría de los combatientes no".
Fahd es uno de los 1,4 millones de niños que se han visto desplazados por la guerra en Yemen y que ahora luchan por sobrevivir lejos de su hogar. Para garantizar que estos niños continúen con su educación, desde UNICEF estamos apoyando la campaña de vuelta al cole, que incluye la rehabilitación de casi 700 escuelas dañadas, el suministro de material escolar y la movilización de padres y comunidades para enviar a sus hijos a la escuela. Además, los maestros están recibiendo formación sobre apoyo psicosocial para ayudar a los estudiantes a enfrentarse a los horrores del conflicto.
Si la actual generación de Yemen pierde su educación, las consecuencias a largo plazo son desalentadoras. Debe priorizarse la inversión en educación y protección para que niños como Fahd puedan realizar sus sueños para un mejor Yemen ahora y en el futuro.
El trabajo de UNICEF en educación
1 de cada 4 de niños del mundo en edad escolar vive en países afectados por crisis humanitarias. En UNICEF trabajamos para garantizar el acceso de los niños a la escuela durante y después de las emergencias, y para fortalecer la capacidad de los sistemas educativos para estar preparados y responder a estas crisis.
UNICEF forma parte de La educación no puede esperar, un nuevo fondo global dedicado a la educación en emergencias. Su objetivo es ofrecer una respuesta más rápida y colaborativa a las necesidades educativas de 75 millones de niños y jóvenes cuya educación se visto interrumpida por las crisis.
1 de cada 4 niños en todo el mundo vive en un país en emergencia
535 millones de niños viven en países afectados por situaciones de emergencia.
Ya sea por conflictos armados o por desastres naturales, las crisis humanitarias amenazan las vidas y el futuro de niñas y niños. Gracias al Fondo de Emergencia podemos disponer de recursos para ayudarlos, tanto en los primeros minutos cuando se requiere acción inmediata como en situaciones prolongadas en el tiempo. Así, conseguimos llegar a donde nadie más llega.
Tenemos que estar preparados para lo más urgente, pero no olvidarnos de las crisis sostenidas. Y gracias a ti, podremos actuar dónde y cuándo más se necesite.