Un hogar con puerta verde para los niños sirios de Alepo
Una casa de acogida apoyada por UNICEF devuelve normalidad a la vida de 74 niños sirios en Alepo mientras buscamos a sus padres y familiares cercanos
Como en un cuento de hadas, nuestra historia transcurre en una casa de dos plantas con una puerta de entrada verde, rodeada de un pequeño jardín de flores de jazmín y olivos. Pero para los habitantes de esta casa, "un cuento sin hadas" describiría mejor el viaje que los ha traído hasta ella.
A medida que la violencia en Alepo fue creciendo en los últimos 3 años, el principal orfanato de la ciudad, el Hogar de Caridad Islámico, resultó dañado. Los niños y trabajadores del centro se vieron obligados a moverse de un lugar a otro en busca de un refugio seguro.
A finales de noviembre del 2016, mientras las familias escapaban y las zonas del este de la ciudad eran evacuadas, en UNICEF detectamos más niños que estaban solos. Algunos de ellos eran demasiado pequeños para hablar.
"Es muy triste ver cómo los niños son separados de sus seres queridos mientras huyen del peligro en medio del caos y la confusión", cuenta Hanna Singer, representante de UNICEF en Siria.
Mientras trabajábamos para reunir a estos niños con sus padres, se planteó la necesidad inmediata de crear un refugio seguro para ellos. Fue así como nació la casa de acogida apoyada por UNICEF, en la que viven 74 huérfanos y menores no acompañados.
"Nuestra prioridad es asegurarnos de que estos niños cuentan con un lugar seguro en el que quedarse y en el que ser cuidados, mientras buscamos a sus familias para que puedan reunirse con ellas", añade Singer.
Niños sirios en Alepo: la historia de Mohammed
Mohammed y sus 5 hermanos, Hanadi, Ibrahim, Doha, Zakariya y el bebé de nueve meses Yamen, son algunos de los niños que llegaron al hogar.
Un día, mientras los voluntarios peinaban los vecindarios de la zona este de Alepo en busca de niños no acompañados, hallaron a Mohammed y sus hermanos. El equipo se encontró con los 6 niños en un edificio semiderruido de una zona abandonada de Alepo.
Sin un lugar al que ir y nadie que cuidara de ellos, los 6 niños habían estado viviendo solos en en una habitación durante casi 2 meses.
"Mi padre fue asesinado en combate y a nuestra madre la detuvieron cuando salió a comprar comida", contaba Mohammed.
Los niños no tuvieron otra opción que sobrevivir a base de pequeñas cantidades de comida y agua limpia que podían comprar vendiendo los residuos de metal que encontraban entre los escombros. Además, intentaban mantenerse calientes quemando trozos de madera. A pesar de su corta edad, Mohammed se ocupó de cuidar de sus hermanos, incluido Yamen. El bebé fue encontrado envuelto en una sucia manta.
Los voluntarios acompañaron a los niños a la casa hogar apoyada por UNICEF donde pudieron ducharse, comer caliente y vestir ropa limpia por primera vez en semanas.
"Cuando llegaron a la casa estaban en las peores condiciones imaginables", dice uno de los miembros del equipo que recibió a los niños.
"Estaban en shock. No se habían duchado en muchísimo tiempo. Estaban cubiertos de ceniza de la madera que habían quemado para mantenerse calientes. Tenían el pelo lleno de piojos y el bebé lloraba sin parar", añade.
Los hermanos quedaron a cargo de las "titas", apodo con el que los niños llaman a las 12 gobernantas del orfanato que se convirtió en su hogar. Su único deseo era el de permanecer juntos.
Mohammed y Hanadi se mostraban ilusionados por volver a la escuela mientras que Ibrahim y Doha veían el interior de un aula por primera vez en su vida cuando los miembros del hogar los inscribieron una escuela cercana.
Niños sirios en Alepo: rescatada entre los escombros
En el albergue viven e interactúan con otros niños que están en situaciones parecidas a la de ellos, como Nour, una niña de 2 años que fue rescatada de entre los escombros por una familia que escapaba del este de Alepo el pasado mes de diciembre. Aterrorizada, herida y confusa, la pequeña fue trasladada a un refugio a las afueras de Alepo junto a esta familia y después llegó al orfanato. Los esfuerzos por localizar a su familia siguen en curso. Las "titas" la llamaron Nour, que significa luz. Aún no se sabe nada sobre el paradero de su familia.
El hogar temporal ofrece a estos niños un entorno protegido en el que poder recuperar la normalidad en sus vidas. Los niños se levantan a las 7 de la mañana para desayunar juntos antes de ir a la escuela. Todos los días después del colegio, reciben clases de apoyo que les ayudan a ponerse al mismo nivel que el de sus compañeros.
"Tratamos de hacer sus vidas lo más cómodas posible", dice Mohammed, un trabajador del orfanato. "Durante los fines de semana, salimos todos al parque a jugar y a divertirnos ¡como una gran familia!”, añade.
Trabajando con nuestros aliados en el terreno, en UNICEF hemos identificado a 324 niños y niñas no acompañados en Alepo. Los niños son trasladados a casas de acogida temporal mientras en UNICEF, junto a las organizaciones locales con las que colaboramos, rastreamos el paradero de su padres, familiares cercanos o parientes lejanos. El hecho de haber presenciado tantos horrores a lo largo de su corta vida ha traumatizado a estos niños y por eso están recibiendo apoyo psicosocial.
Afortunadamente siempre hay destellos de esperanza en el hogar de la puerta verde.
El pasado mes de enero, y después de 4 meses viviendo en el hogar temporal, Mohammed y sus 5 hermanos se reunieron con su tío; su familiar más cercano después de que sus padres fueran asesinados en la zona este de Alepo. Tras meses de búsqueda, el equipo del hogar pudo por fin localizar a su tío y aliviar el dolor de los pequeños.
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