Senegal: las 4 historias que cambiaron sus vidas
De un lado, 4 mujeres excepcionales: Sara Carbonero, Lucía Galán Bertrand, Marián García y Natalia Martín. Cuando las invitamos a formar parte de nuestro primer viaje con influencers, sabíamos que eran unas excelentes profesionales, cada una en su ámbito, y que gracias a ellas conseguiríamos dar a conocer la situación de los niños en Senegal y el trabajo que llevan a cabo nuestros compañeros en el país africano.
Tienen muchas cosas en común. Todas escriben en conocidos blogs y para todas este era su primer viaje a África Subsahariana. Cuando nos juntamos en el aeropuerto por primera vez, tras semanas de correos electrónicos y mensajes de whatsapp, había nervios y ciertos miedos, pero sobre todo ilusión y muchas ganas de conocer, de aprender, de contar.
Por otro lado, 4 proyectos, 4 historias, que las han conmovido y que, como ellas mismas dicen, han cambiado sus vidas para siempre.
Sara Carbonero y la visita a la Maison Rose
"Este lugar nos ha marcado para siempre. Para mí, ya nada volverá a ser igual", decía Sara al abandonar la Maison Rose (la Casa Rosa). Se trata de un edificio situado en uno de los barrios más pobres de Dakar, Guédiawaye, que da refugio a niñas y mujeres que han sufrido diferentes tipos de violencia: sexual, psicológica o matrimonio forzado. Todo en ella es muy simbólico. El color del edificio, las paredes, las escaleras… todo es rosa. Como queriendo decirle a la vida: aquí solo pueden pasar cosas buenas, aquí la vida tiene que ser de color rosa, aunque afuera no sea así.
Su estructura, nos decía Mona, su fundadora, recuerda al interior de un vientre, un espacio donde se convierte lo negativo en positivo. Y ese es el objetivo de todo el personal que allí trabaja. Conseguir, a través de diferentes métodos, que las niñas y mujeres que allí llegan puedan superar el dolor y el sufrimiento y sean capaces de reconstruir sus vidas.
Lucia Galán Bertrand y el método canguro
"Aquí se moviliza una familia entera para dar descanso a la madre y mantener el piel con piel del método canguro. Una verdadera enseñanza de vida", comentaba Lucía Galán después de la visita a la unidad del método canguro del centro hospitalario Albert Royer. Estábamos en la unidad de referencia de neonatos para todo el país. A ella llegan niños prematuros de la región para ser atendidos. La asistencia es permanente durante las 24 horas. Enseñan a las madres cómo colocar a su bebé piel con piel sobre su pecho con los pies recogidos como si estuvieran en el vientre materno. De esta forma el bebé recibe todo el calor que necesita y gracias a la lactancia materna va ganando peso.
Este fue el caso de Abdou Khadre, Lamine, Falilou y la pequeña Awa, a los que bautizamos como "los cuatrillizos de la esperanza". Cuando llegaron al centro tenían anemia y estaban muy débiles. El tío, la hermana, la madre… todos se implicaron para que pudieran sobrevivir y ahora ya tienen 5 meses. ¡Bravo por ellos!
Natalia Martín y la heroicidad de ser madre
A Natalia lo que más le ha conmovido es la heroicidad de las madres senegalesas. "Aún tengo la piel de gallina recordando la sonrisa y el brillo en los ojos de Mame Marie Hanne tras dar a luz a su cuarto hijo", decía. En un país donde la sabiduría popular considera que "estar embarazada es como tener un pie en la tumba" y cada día mueren 4 mujeres por complicaciones en el parto, ser madre es, sin duda, todo un reto y una heroicidad. Mame Marie Hamme dio a luz mientras visitábamos el centro de salud Keur Masar en Dakar. Tiene solo 28 años y aún no ha puesto nombre a su hija, lo hará más adelante cuando se acerque el día de la ceremonia del bautismo. A la pequeña la conocimos con apenas una hora de vida y nos sorprendió a todas por su fuerza y su ternura. Un ejemplo más de que la vida es capaz de abrirse paso en las condiciones más adversas.
En los últimos diez años Senegal ha conseguido reducir la mortalidad infantil en más de la mitad. Con medidas como la promoción de la lactancia materna, la gratuidad de las vacunas o el acceso a agua y saneamiento, y por supuesto, con la fuerza de sus mujeres.
Marián García y el Comité de Madres
"Estamos acostumbrados a la ciencia, a la técnica, para salvar vidas, y aquí la comunicación y la confianza son claves, es impresionante". Marian, además de farmacéutica es nutricionista y se nota que le apasiona lo que hace. Desde que llegó al Comité de Madres de Paos Koto en Nioro, no dejó de sonreír ni un instante. Pero, ¿qué es un Comité de Madres? Suena revolucionario y lo es. Están compuestos por una cuarentena de madres dispuestas a hacer lo que sea con tal de que sus hijos crezcan sanos y fuertes. Uno de sus objetivos principales es detectar y prevenir la desnutrición, que afecta a casi el 30% de los niños en el país. Estas madres voluntarias se reúnen cada cierto tiempo para pesar a los niños y dar seguimiento a su estado.
En UNICEF trabajamos con el Ministerio de Salud de Senegal para combatir la desnutrición. A nivel estatal, hay una célula de lucha contra la desnutrición y los Comités de Madres forman parte de ella. Es increíble comprobar cómo con herramientas rudimentarias y cosas muy básicas estas mujeres están logrando grandes avances.
Gracias Sara, Lucía, Marián y Natalia. Habéis sido nuestro mejor altavoz. Habéis superado las expectativas que pusimos en vosotras y también nos habéis cambiado la vida. ¡Muchas gracias y bienvenidas a la gran familia UNICEF!
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