Hambruna en Sudán del Sur: la historia de Nyakena

El conflicto y la hambruna en Sudán del Sur empujan a miles de familias a huir de sus casas en busca de lo más básico: la supervivencia.
Hambruna en Sudán del Sur: la historia de Nyakena

En la clínica del Centro de Protección de Civiles de Juba, cada niño tiene un grado diferente de desnutrición. Algunos acaban de llegar al centro, mientras que otros ya se están recuperando y, con suerte, saldrán pronto de aquí. En total hay 6 madres y 10 niños en este centro de tratamiento contra la desnutrición que recibe el apoyo de UNICEF.

Algunas de las familias acaban de llegar a Juba mientras que otras llevan viviendo más de 3 años en el campamento de desplazados. Sin embargo, hay algo que diferencia a estas madres: sus historias sobre cómo llegaron aquí y lo que cada una ha vivido a causa de la violencia.

Hoy quería hablaros de Nyakena, madre de mellizos y procedente de Bor. Hasta hace unos meses, las cosas le iban más o menos bien. Se acababa de casar y llevaba una vida feliz con la idea de criar a sus hijos en paz. Su marido tenía empleo y ella se preparaba para dar a luz.

Hambruna en Sudán del Sur: cada vez más delgados

Y, entonces, la guerra tocó a las puertas de su casa, y todo cambió para Nyakena y su nueva familia. Una noche, alrededor de las 2 de la mañana, se despertó en medio del fuego cruzado. Se levantó, salió fuera y solo vio llamas por todas partes. Su pueblo se estaba quemando. En ese momento estaba embarazada de los mellizos. Los disparos cada vez sonaban más cerca y decidió correr para salvar su vida, siendo consciente de que no corría sola, sino con sus hijos dentro de ella.

Corrió durante 2 horas, algo difícil para cualquiera y más si hablamos de una mujer embarazada. Pero sus vidas estaban en peligro. Se perdió de su marido. Los padres de él murieron esa noche. Enfurecido, huyó hacia el monte para vengar su destino. No lo ha vuelto a ver desde entonces, pero sabe que sigue en Bor luchando.

Nyakena consiguió llegar al Centro de Protección de Civiles de Bor, donde dio a luz a los mellizos. No conocía a nadie allí. Cada vez era más difícil para ella conseguir recursos y cuidar de sus hijos recién nacidos. Entonces, huyó a Juba para tratar de encontrar a su hermano. Con las prisas, se dejó la cartilla de racionamiento de alimentos, lo que hacía difícil conseguir la comida necesaria para ella y sus mellizos. Todo se complicó y sus hijos cada vez estaban más delgados. Fue entonces cuando decidió llevarlos a una clínica. Ahora Nyakena es optimista y cree que el tratamiento que están recibiendo mejorará su situación, ya que están empezando a ganar peso.

Hambruna en Sudán del Sur: meses por delante

Está feliz y agradecida de que sus hijos puedan estar en este centro que recibe el apoyo de UNICEF. Nyakena desea que otras madres en el país tengan la misma suerte y puedan recomponer la vida de sus hijos. Pero, lamentablemente, no todas la tienen.

Ahora mismo, 200.000 personas viven en campamentos de desplazados por todo el país. El flujo de desplazamientos es inevitable, ya que la seguridad y la situación alimentaria no dejan de empeorar. Desde UNICEF estamos apoyando proyectos de nutrición en Bentiu, Juba, Wau y Malakal. También estamos proporcionando tratamientos y servicios de nutrición en otras zonas del país, especialmente en los lugares de más difícil acceso.

Recientemente se ha declarado una hambruna en ciertas partes de Sudán del Sur. Además, los expertos coinciden en que los niveles de inseguridad alimentaria persistirán en los próximos meses. Casi un tercio de la población necesita ayuda alimentaria de emergencia y 1,1 millones de niños sufren desnutrición aguda. Solo en enero de 2017, desde UNICEF hemos atendido a más de 11.500 niños por desnutrición aguda grave.

Nicholas Ledner

Contenido digital en UNICEF África Oriental y Meridional

 
© UNICEF/UNI169661/Nesbitt
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