Día del Migrante: Construyendo juntos
El 18 de diciembre se conmemora el Día del Migrante, una fecha para recordar que les necesitamos tanto como ellos nos necesitan a nosotros.
17/12/2020
Una de las grandes lecciones de este año que se marcha es que no hay nada como estar con los demás y hacer cosas con ellos. Cuando buscamos solucionar un problema o afrontarlo, disfrutar o emprender un nuevo proyecto… es siempre mejor hacerlo con otros.
El confinamiento de 2020 nos mostró un sinfín de actos y gestos de solidaridad vecinal y comunitaria en España y en todo el mundo. Muchos estuvieron protagonizados por personas migrantes. El miedo, la vulnerabilidad, la incertidumbre colectiva, minaron la moral de muchas personas, pero muchas otras encontraron fuerza y energía para dar y para darse. Frases como “de aquí saldremos si vamos juntos” o “esto solo se puede parar si nos unimos”, nos encendieron el ánimo a muchos de una forma especial durante aquellas primeras semanas de la cuarentena.
Poco importaba en aquellos días donde hubieran nacido las personas que estaban arrimando el hombro para que no nos faltara un consejo médico, una mascarilla, frutas y verduras, o un paquete en la puerta. Entre el aluvión de noticias, se colaban algunas con ciudadanos de rasgos latinos o africanos, que hacían mover la pluma de periodistas atentos en incidir en la importancia de abandonar definitivamente la senda de la discriminación.
Las personas migrantes pueden llegar a ser muy vulnerables, pero a la vez suelen ser personas creativas, honradas y generosas. Muchas de ellas han afrontado circunstancias muy difíciles para llegar hasta aquí y para integrarse, pero esto les ha hecho fuertes, resilientes, les ha dotado de grandes capacidades y habilidades.
Muchos jóvenes migrantes de todo el mundo han luchado en primera línea contra la COVID-19 o han contribuido para sostener los servicios básicos durante el confinamiento: como sanitarios, fabricantes improvisados de material de protección, cuidadores, repartidores o agricultores. La implicación de los jóvenes migrantes extutelados en la recogida de cosechas en España en plena cuarentena fue una buena imagen de ello.
Pero no solo eso. Muchas de las empresas que han cambiado el modo en que funciona el mundo fueron fundadas o dirigidas por personas que migraron durante su infancia. Casi la mitad de las 500 empresas más importantes del mundo. Y una noticia reciente que tampoco se le ha escapado a algunos periodistas: una de las primeras vacunas frente a la COVID-19 fue desarrollada por un matrimonio de origen turco.
Muchos migrantes pasan por lo peor, pero cuando se les equipa con las herramientas adecuadas, sacan lo mejor de sí mismos.
Día del Migrante: los necesitamos, nos necesitan
En el mundo, hay 33 millones de niños y niñas que han cruzado fronteras buscando un futuro mejor. Cuántas ganas y cuánto potencial que no nos podemos perder. Nuestra sociedad los necesita, tanto como ellos a nosotros. Hay muchas razones para que los niños migrantes crezcan, porque cuando los niños crecen, todos crecemos.
Sus talentos están ahí, pero tienen que desarrollarse, sobre todo durante la infancia. Tenemos que activar esos talentos, movilizarlos, desbloquearlos como hacemos con el móvil decenas de veces al día. Y para que esto suceda, es necesario garantizar condiciones de vida adecuadas, un trato sin discriminación y un acceso a educación de calidad. Hacerlo posible nos corresponde a todos: gobiernos, empresas y ciudadanos.
El año 2020 también nos ha regalado cosas. Nos ha dado un escenario adecuado para entender y valorar que todos contribuimos a esta sociedad en la que vivimos, sin importar de donde vengamos. Ojalá esto entre a formar parte de la nueva normalidad. No es que esté del todo fácil… pero aquí nunca nos rendimos. ¿Y tú?