#CadaVidaCuenta: ¡Qué mundo tan maravilloso!
Las historias de vida de Youssouf, Priscilla, Uuriin y Ayedatujannah nos demuestran que el mundo puede ser maravilloso. Pero para 7.000 bebés recién nacidos que mueren cada día evidentemente no lo es. Con #CadaVidaCuenta nos proponemos poner fin a todas las muertes infantiles evitables.
07/05/2018
“Escucho a los bebés llorar, los veo crecer, aprenderán mucho más de lo que yo nunca sabré, y me digo a mí mismo… ¡qué mundo tan maravilloso!”. Así concluye la canción What a wonderful world (Qué mundo tan maravilloso) que popularizó el trompetista y cantante Louis Amstrong. Ese mundo tan maravilloso es también el mundo que nos imaginamos, y contribuimos a crear, en UNICEF todos los días.
Y para demostrároslo os contamos las historias de éxito de 4 bebés en 4 países de 3 continentes distintos.
Youssouf Sanogo, 24 días, Malí.
Youssouf ha nacido sano y no ha contraído ninguna infección en el momento de nacer. Ha venido al mundo en un centro de salud que cuenta con agua potable gracias al apoyo de UNICEF. Tanto Youssouf como su madre se han lavado con agua no contaminada después del parto. Antes de que construyésemos un pozo para abastecer al centro de salud, la malaria y la diarrea eran dos enfermedades endémicas en Koumantou (sur de Malí).
Priscilla Solamita Meza Flores, 7 días, Perú.
Celia Virginia, de 37 años, tenía un embarazo de alto riesgo, ya que sufre epilepsia desde los 16. Por eso, sin una cesárea, la pequeña Priscilla no habría sobrevivido a su propio nacimiento. Y viviendo en un pueblo entre montañas en Cuzco (Perú), la situación era aún más complicada. Todo salió bien gracias a que Celia Virginia pudo pasar los últimos días del embarazo tranquila en una “casa de salud” de UNICEF, muy cerca de la clínica donde finalmente daría a luz.
Uuriin Tsotmon, 14 días, Mongolia.
Uuriin nació sana y fuerte en Mongolia hace dos semanas, y así se ha mantenido hasta ahora gracias a la formación sobre atención en el hogar que su madre ha recibido de UNICEF. La hermana mayor de Uurin casi muere cuando era un bebé por un episodio de ictericia grave. También tuvo sarpullidos y heridas en un brazo porque su madre no la bañaba con frecuencia, así como resfriados constantes porque la casa no estaba bien ventilada.
Ayedatujannah Tahiat, 29 días, Bangladesh.
Ayedatujannah, que significa “la que volvió del cielo”, no lloró al nacer en Bangladesh. ¡Mala señal: no podía respirar, convulsionó y se puso azul! Ochomesina y con solo 2 kilos de peso, estuvo conectada a una máquina los cuatro primeros días de vida. Su familia no sabía si viviría o moriría. Gracias a los cuidados que recibió en la unidad especial para recién nacidos apoyada por UNICEF, y al amor y la leche de su madre, Ayedatujannah ha sobrevivido y ahora pesa 3 kilos.
#CadaVidaCuenta: 7.000 recién nacidos mueren cada día
Como véis, no hacen falta grandes inversiones para salvar la vida de un bebé en peligro. Medidas tan sencillas, baratas y eficaces, como mejorar el acceso a profesionales cualificados de la salud durante el embarazo y el parto, la inmunización, la lactancia materna o aumentar el acceso al agua y al saneamiento, pondrían fin a las muertes infantiles prevenibles.
¿De cuántas muertes estamos hablando? De 8 de cada 10 bebés recién nacidos que mueren cada día. Es decir, de los 7.000 bebés menores de un mes que desgraciadamente van a perder su vida hoy (300 durante la siguiente hora, 5 en el próximo minuto), a unos 5.600 los podríamos salvar. ¿No es una cifra intolerable? No hace falta que te respondas: ¡lo es!
En UNICEF trabajamos para que algún día sean CERO muertes. Y por eso tenemos en marcha la campaña #CadaVidaCuenta. ¿Nos ayudas a conseguirlo? Firma la petición.