4 años de conflicto en Sudán del Sur: recuerdos para seguir soñando

En diciembre de 2016 aterricé en Sudán del Sur para contar cómo vivían los niños el tercer año de conflicto. Un año después, estos son los recuerdos a los que me agarro para seguir soñando.

4 años de conflicto en Sudán del Sur: recuerdos para seguir soñando

Aunque muchos compañeros me habían descrito el aeropuerto de Juba, creo que nunca me imaginé lo que sería en realidad. Una destartalada pista de aterrizaje y una tienda de campaña como sala de llegadas nos daban la primera pista de lo que nos encontraríamos durante nuestra visita a Sudán del Sur.

Sabíamos que el país más joven del mundo funcionaba a golpe de generadores para encender hasta una triste bombilla en la misma capital, que la inflación (de más del 800%) ahogaba a las familias y, sobre todo, que un encarnizado conflicto estaba destrozando millones de vidas humanas.

Pero hasta que no vimos sus caras, hasta que no escuchamos sus historias, no nos dimos cuenta del verdadero horror que se vive en Sudán del Sur. Por todas partes vimos miradas de la tristeza más profunda que podíamos imaginar.

Luego supimos que muchas de esas miradas habían presenciado la muerte de padres, madres y hermanos; que habían tenido que huir en medio de la noche pasando por encima de cadáveres para salvar su vida; que habían tenido que caminar durante días para encontrar algo de seguridad.

Sudán del Sur: ¿cómo poner palabras al terror?

Es tan difícil poner palabras al terror. Por muchas líneas que escriba siento que soy incapaz de transmitir lo que los niños y sus familias nos contaron. Casi imposible describir lo que sentí cuando un ex niño soldado se derrumbó delante de nosotros y comenzó a llorar. No podía ni imaginar lo que había vivido.  

Hace ya un año de esto. Llegamos para contar cómo vivían los niños en el país más joven del mundo tras 3 años de conflicto y nos fuimos con la extraña sensación de que, lamentablemente, la crisis estaba lejos de terminar.

Y no nos equivocábamos. Estos días se cumplen 4 años desde que comenzaron los enfrentamientos en Sudán del Sur y las cifras siguen sin ser esperanzadoras… Más de 2,4 millones de niños desplazados, 2 millones de niños fuera de la escuela, 19.000 niños en las filas de grupos armados, 900.000 niños con estrés emocional... Y podría seguir.

Sudán del Sur: y mientras tanto...

2017 ha sido sin duda un mal año para Sudán del Sur. Pienso en todas las personas que conocimos, en lo que habrán vivido durante estos 12 meses, lo comparo con lo que he vivido yo y me cuesta no venirme abajo.

Este año me he mudado a la casa que he querido, en la ciudad en la que siempre he vivido. Además, voy a ser madre y en unas semanas por fin conoceré a mi primer hijo. Mientras tanto, en Sudán del Sur, la mayoría de chicas de mi edad habrán tenido que huir de sus hogares, quizá varias veces por la violencia y, si se han quedado embarazadas, probablemente no lo habrán elegido o habrá sido por algo mucho peor…

Pero no todo está perdido. Hace un año conocimos historias durísimas, pero también hubo espacio para seguir soñando. Porque nuestros compañeros de UNICEF en Sudán del Sur salvan muchísimas vidas cada día, porque consiguen que miles de niños puedan seguir estudiando y, sobre todo, porque no solo vimos las miradas tristes de los adultos, también nos acompañaron durante todo el viaje las sonrisas de los niños que no entienden muy bien lo que pasa, pero tienen unas ganas enormes de vivir en paz.

Por ellos, por los niños, no podemos dejar que sigan pasando los años. No podemos olvidarnos de Sudán del Sur ni un solo instante más.

Lara Aparicio

Storyteller de UNICEF España